Italia: literatura, pensamiento y sociedad: V Jornadas Internacionales de Estudios Italianos

Abstract

Este espacio primero, dedicado a los estudios dantescos incluye, además del texto de Franca Mariani, uno de Maruxa Armijo que analiza desde punto de vista filosófico y científico el debate sobre la esencia y consistencia de la luna entre Dante y Beatrice; otro de Mariapia Lamberti sobre el significado de los apelativos que vez a vez dirige Dante a Virgilio en el transcurso de las primeras dos cantigas de la Divina comedia; y finalmente un erudito ensayo de Fernando Cisneros, destacado orientalista, sobre los antecedentes medievales, orientales y occidentales, del viaje al más allá, del que la Comedia es el ejemplo más relevante. La época central de la literatura italiana ha inspirado dos ensayos de dos investigadores de Canadá, que colocamos a continuación: el de Olga Zorzi Pugliese, un estudio sobre la influencia de la lengua castellana en Italia en la época de la dominación española, reflejada en uno de los textos más famosos del siglo XVI, Il cortegiano de Baldassar Castiglione; y el otro de Guido Pugliese, que ahonda en el manejo del tiempo y el espacio en la obra maestra de Alessandro Manzoni, I promessi sposi. La sección dedicada al titular de la Cátedra, Italo Calvino, se compone de cuatro ensayos, todos de investigadoras latinoamericanas. Abre la sección una panorámica de la literatura fantástica en Italia, un valeroso rescate de Ana María Morales, que coloca a Calvino en un florecimiento más amplio y abundante del género. Le sigue un análisis de un texto poco conocido de Calvino, un macabro divertissement, un apólogo político; lo realiza Mayerín Bello, italianista cubana y por lo tanto coterránea de Calvino. Le sigue otro análisis poco usual de un texto anunciado y jamás escrito por Calvino; nos acompaña en este laberíntico entrar y salir del castillo o taberna o motel de destinos cruzados la venezolana Holanda Castro, y el laberinto es, precisamente, el tema del cuarto ensayo; una imagen recurrente en el máximo escritor fantástico italiano y el máximo escritor fantástico latinoamericano, Jorge Luis Borges; el interesante paralelismo lo lleva a cabo la investigadora Dulce María Zúñiga. El apartado de la literatura se concluye con cuatro ensayos, dos sobre narrativa y dos sobre poesía contemporánea. La segunda parte de este libro comprende ensayos relativos a la lingüística, el cine, la sociedad italiana y finalmente el pensamiento filosófico de la península. Los cuatro ensayos de temas lingüísticos presentan una interesante variedad. El primero, de Elena Landoni, podría considerarse una investigación sociológica, ya que reporta, dejando las conclusiones al lector, el resultado de una encuesta sobre el sentido que los jóvenes de hoy atribuyen a las principales palabras indicadoras de valores éticos. El segundo, a cargo de Federica Simone, aborda uno de los problemas lingüísticos más espinosos para todos los que trabajan, traductores y docentes, en el ámbito bilingüe italiano-español: el del artículo neutro español “lo” y sus posibles fórmulas equivalentes en italiano. Los otros dos ensayos pertenecen al ámbito de la historia de la lengua, y nos vienen de Polonia: Stanislaw Widlak despliega en un eruditísimo ensayo la historia de la enseñanza del italiano en Polonia, con un recuento de textos y enfoques muy interesante para una concepción evolutiva de la didáctica de las lenguas. Roman Sosnowski, a su vez en otro erudito estudio, nos hace penetrar en la lengua comercial italiana de las postrimerías de la Edad Media. Cuatro también son los ensayos seleccionados para el ámbito de historia y sociedad: dos hablan en forma diferente de las relaciones Italia-México, y dos tienen el mismo tema, abordado en forma complementaria: la situación de la mujer italiana durante el fascismo. Dos ensayos siguen para dar espacio a las artes del siglo XX, el cine y la televisión, en las que Italia tuvo y tiene un papel destacado. Los dos ensayos tratan dos temas análogos: la versión cinematográfica de una obra literaria, el primero, que se debe a Giuliana Sanguinetti Katz; y el segundo, de Beatrice Barbalato, nos habla de cómo la TV puede darnos la imagen de los poetas y de su obra, acompañando o sobreponiendo las imágenes a las palabras que hasta ayer eran las solas componentes de la poesía. Cierran el libro cuatro destacados ensayos sobre cuatro figuras capitales del pensamiento italiano de varias épocas: a Ernesto Priani se debe el primero, brillante e imaginativa interpretación de los textos de Marsilio Ficino en busca de sus conceptos psicológicos y astrológicos; sigue un ensayo a cargo de Ernesto Schettino, que logra revaluar, con acopio de datos, una figura extremadamente controversial, la de Roberto Bellarmino, santo para la iglesia, pero para la historia de Italia el inquisidor adversario de Paolo Sarpi, Giordano Bruno e Galilei. El ilustre estudioso Maurice Finocchiaro expuso en una conferencia magistral durante las Jornadas, y publica ahora en esta colección de ensayos, su peculiar y novedosa demostración de cómo se puede definir clásico a Antonio Gramsci, una de las figuras más conocidas y veneradas del pensamiento italiano del siglo XX. Concluye este apartado y el libro, la precisa y exhaustiva presentación que nos hace Elisabetta Di Castro de un filósofo italiano actual de gran relieve, Salvatore Veca, examinándolo desde el punto de vista de sus ideas sobre la justicia.